1. Habitación amplia y luminosa
2. Desayuno espectacular
3. Personal amable

1. Sin ascensor y muchas escaleras
2. Barrio oscuro por la noche

Si tienes la oportunidad, prueba solicitar el desayuno personalizado, ya que ellos lo compran por ti. Asegúrate de pedirlo la noche anterior.

Un rincón acogedor en Palermo

La Casa del Moro me sorprendió con su decoración encantadora y la calidez del personal. Despertar con el aroma de pan fresco era un deleite diario. Definitivamente, el servicio fue lo mejor de la estancia.

Sin embargo, debo mencionar que subir tres pisos sin ascensor puede ser un desafío, especialmente con equipaje. Además, el barrio puede sentirse algo solitario por la noche.

céntrico para explorar palermo y disfrutar de sus parques

Mi estancia fue increíble, disfruté de la tranquilidad para descansar después de explorar lugares emblemáticos como el Palacio Normando y la Capilla Palatina, todo a menos de 10 minutos a pie, además, la cercanía a excelentes cafeterías como Sfizi & Delizie hizo que mis mañanas fueran aún más placenteras. es un lugar perfecto para quienes amamos caminar y descubrir la ciudad a fondo.

la habitación era amplia y luminosa, con un buen desayuno. el trato del personal fue muy amable, incluso nos dejaron usar la cocina.

el aire acondicionado no enfriaba bien.

Todo correcto, aunque básico desayuno.

El desayuno fue como una fiesta italiana en la mañana, con croissants recién horneados que eran más esponjosos que un almohadón. Además, la habitación era amplia, luminosa, y estaba impecable. La cercanía a lugares como Sfizi & Delizie hizo que mis mañanas fueran mágicas.

Ahora, hablemos de las escaleras. ¡Menuda maratón! Ascender 6 o 7 pisos sin ascensor puede ser un desafío, pero la experiencia lo vale. Te aseguro que al final de cada día, todo brillaba más.

Despertar con olor a pan fresco era un deleite.

La habitación era amplia y luminosa, y el desayuno impresionante con croissants recién horneados. Además, había un salón de TV y un área de descanso muy acogedora. Subir las escaleras fue un poco cansado, pero vale la pena por todo lo demás. 😊

La Casa del Moro Bed and Breakfast es un lugar encantador. La habitación era amplia y cómoda, además el personal fue muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Me encantó la tranquilidad del lugar, con poco ruido y su cercanía al centro. La terracita fue perfecta para relajarse y tomar el aire después de un día explorando la ciudad. Sin duda, el desayuno fue un inicio genial para el día.

Podría ser complicado subir las escaleras si se lleva mucho equipaje.

El baño estaba nuevo y la habitación era perfecta para dos. Todo estaba como en las fotos, ¡un lugar cómodo para descansar!

Pero subir tres pisos sin ascensor puede convertirte en un atleta olímpico, ¡ay, mis piernas!

Las habitaciones ofrecen un baño privado bastante funcional y son cómodas para descansar después de un día largo. La instalación está ubicada en un edificio antiguo que, a pesar de su falta de ascensor, tiene un carácter único que refleja la esencia local.

El acceso a las habitaciones es complicado sin ascensor, ya que hay que subir tres pisos, lo que puede ser un desafío si se viaja con equipaje pesado. Además, el desayuno es muy básico y repetitivo, solo ofrecieron una elección limitada entre dulce o salado, y el horario no se cumplió bien, afectando nuestros planes. Finalmente, el barrio puede ser un poco oscuro y desolado por la noche, lo que podría incomodar a algunos.

El desayuno fue como una fiesta italiana en la mañana, con croissants recién horneados que eran más esponjosos que un almohadón y zumos orgánicos que hicieron bailar a mis papilas. Además, la WiFi funcionó mejor que mi viejo router en casa, permitiéndome compartir cada momento en tiempo real.

Barrio oscuro por la noche

El lugar tiene su encanto. La habitación era muy amplia y luminosa, con un pequeño balcón que me encantó. El baño estaba nuevo y todo muy limpio. El personal fue amable, incluso nos dejaron usar la cocina para desayunar como quisimos. La ubicación cerca de la catedral es buena, pero el edificio sí tiene un gran inconveniente, no hay ascensor, así que hay que subir tres pisos. Para mí no fue un problema, pero podría serlo para otros, especialmente si llevan maletas grandes. Además, el barrio se siente un poco solitario y oscuro por la noche, lo que puede incomodar a algunas personas. En mi estancia, el sonido de la ducha que se salía era un poco molesto, especialmente porque la habitación estaba cerca de la recepción. Al menos, en esa época no había mucho tránsito, pero en temporadas altas eso podría ser un inconveniente. Agradezco que el desayuno fuera espectacular, una gran manera de empezar el día.